Fiesta fin de curso: un gran esfuerzo

Como es tradición en este Colegio desde su fundación, la Fiesta de Fin de Curso fue organizada por el Ampa para todos los integrantes de la comunidad educativa. Se disfrutó mucho, chicos y chicas lo pasaron en grande y con ellos sus padres, madres y maestros/as. Tenéis extensos reportajes fotográficos en la página web del Colegio, debidos a la dedicación y buen hacer de Lourdes y Agustina.
Aquí vamos a destacar el trabajo que todos los que componen la Directiva y grupo de colaboradores del Ampa tienen que hacer para lograr que la fiesta salga adelante. Implica un esfuerzo muy intenso de un grupo grande de personas durante varias semanas. Cada cosa que se hace en la fiesta tiene un enorme trabajo detrás:
- Hay talleres para niños de todas las edades, de mandalas, maquillaje, etc: pues hay que comprar los materiales con antelación y alguien se tiene que encargar de ello, y hay que saber qué personas van a estar en los talleres las dos horas que duran;
- Se pone un bar, que es un éxito: pues hay que pedir la cámara y el mostrador con antelación, comprar todo el suministro, ver quiénes van a atenderlo, prever el dinero de caja, etc.;
- Para celebrar las ceremonias en el escenario hay que pedir éste con antelación y procurar el suministro eléctrico para los equipos que se instalan allí; con el edificio amarillo al lado esto era muy fácil, pero ahora hay que tender cables desde el edificio rojo y hay que pensar y saber cómo hacerlo. Y cada cosa que se hace en el escenario lleva su proceso: se dan regalos a maestros que se jubilan, pues hay que buscarlos, pedir presupuestos, encargarlos; diplomas para los de 3º de Infantil, hay que comprarlos, rotularlos, ponerlos por orden; las orlas de 6º se han estado confeccionando durante todo el curso, y al final hay que hacer pruebas, imprimirlas, ponerles una cinta; regalos para los deportistas, contratar la música ...
Todo esto conlleva una actividad intensa que nos absorbe durante semanas, y una movilización de mucha gente para que colabore el día de la fiesta, porque ese día hace falta mucha ayuda. Sirva esto como recordatorio de que todo lo que ese día parece tan bonito oculta detrás un trabajo ingente, que se hace con ilusión y entrega porque los que formamos el Ampa pensamos que merece la pena. Y como broche final, ponemos unas fotos de algunos de los organizadores, dando el callo en la Fiesta.

CASTIGADOS SIN COMPETIR ENTRE COLEGIOS

El Ampa había querido organizar para el sábado 16 de junio, partiendo de una iniciativa del coordinador de los deportes extraescolares, Fernando Varona, una competición deportiva contra otros dos Colegios, uno de León y otro de Soria, en el polideportivo y patios del Cole. Se disputarían partidos de futbito y mini-basket. El curso pasado se fue a competir contra el Colegio de León, invitados por éste, y este año pretendíamos devolverle la invitación, e incluir además al otro Colegio de Soria. Se había obtenido ya el acuerdo de esos dos Centros y la jornada estaba prácticamente organizada.
Planteado el asunto a la Dirección de nuestro Colegio,  no les han parecido adecuadas las formas que ha utilizado la Ampa, organizándola sin decirles nada previamente y presentándoselo como algo ya hecho; y porque entiende que la utilización de los patios supone una responsabilidad para ellos en el caso de que ocurra algún incidente.
A muchos padres y madres, incluido el firmante, esta decisión nos resulta decepcionante, porque castiga a los niños y niñas a quedarse sin un día de competición y de fiesta por un error en las formas de los padres organizadores. Tiene razón la Dirección en que esto se le debió consultar desde el principio, y puede afearnos esa conducta. La competición no compromete para nada la organización del Colegio, pues se hace en un día no lectivo, no es necesario abrir los edificios porque no se utilizarían, y solamente se usarían los patios de Primaria, sin tener siquiera que abrir las puertas de la valla, puesto que los niños saldrían desde el Polideportivo; y desde luego, no se iba a necesitar la presencia de la Dirección ni de ningún profesor, la Ampa se encargaría de todo, junto con los monitores deportivos. Y la responsabilidad, aparte de que sería asumida por el Ampa, no es distinta de la que puede haber cada día respecto a los niños/as que se quedan a jugar en los patios por la tarde, durante o después de las extraescolares, en horario no lectivo.
Parece que los niños/as, como tantas veces, quedan relegados al último lugar de las prioridades, primando las decisiones de los adultos. Y no podemos menos de recordar, con pena, que la Ampa organizó muchas veces actividades en sábados en el antiguo edificio amarillo, como fiestas de Carnaval, exhibiciones de planetarios, etc., disponiendo de las llaves del edificio, con pleno consentimiento de la Dirección y sin ocasionar jamás ningún inconveniente al Centro.

Excursión de 6º al Parque de Atracciones

Como es tradicional, el Ampa ha organizado el día del Curpillos una excursión al Parque de Atracciones para los alumnos de 6º. Sirve como viaje de "Fin de Colegio", es un homenaje para ellos porque ya terminan el Cole. Vinieron 42 chicos y chicas de ese curso, a cargo de cinco padres y madres voluntarios que fueron como responsables de la expedición, como se hace todos los años; después se completaron las plazas libres del autobús con otros padres de ese curso y algún hermano pequeño.
El día fue muy entretenido para los de 6º, realmente disfrutan la estancia en el Parque porque ese día, al ser sólo festivo en Burgos y además estar todavía relativamente lejos del final de curso, hay poca gente en el Parque, casi no hay que hacer colas en las atracciones y pueden montarse muchas veces. Se lo pasaron bomba, se calaron en las atracciones de agua y repitieron todas las veces que quisieron; y algunos/as se aventuraron a entrar en el Viejo Caserón, la casa del terror (se paga aparte) de la que más de uno y una salió con un sofocón. Y en general, todos se portaron muy bien, cumplieron las (pocas) normas que se les dieron, y los organizadores no tuvieron que reñir ni castigar a nadie.
Una pena que no vinieran más; en un curso que supera los 70 alumnos, 42 inscritos se nos queda un poco escaso, pero la experiencia nos dice que ése es el número habitual, entre 35 y 45. Es difícil saber si es cuestión de precio, de las familias o bien de los propios alumnos, aunque esto último parece poco probable viendo la ilusión que ponen y lo bien que se lo pasan los que acuden.
En la web del Cole tenéis unas cuantas fotos de la excursión. Aquí ponemos sólo dos de muestra: la hora de la comida (nadie llegó tarde, menudo apetito tenían) y una instantánea de los padres/madres responsables, que también tuvieron tiempo de divertirse, remojándose en una de las atracciones de agua.